Tras mi formación y observación del ser humano (ya desde el año 2000), he concluído que la salud, es el resultado de un sumatorio de circunstancias, que deben todas, mantenerse en un equilibrio:
Nutrición/mineralización.
Resolución de conflictos biológicos (bien explicados en la “Nueva Medicina” de Hamer).
Desprogramación de información transgeneracional.
Enfoque de nuestros pensamientos (sobre cómo percibimos la vida, sobre nuestras creencias, sobre la imagen que tenemos de uno mismo, guiones de vida, incoherencias…).
Además, el ser humano, es más que un cuerpo físico (estructural). Es también, un cuerpo emocional, mental y energético.
Por todo ello, he ido sumando al cajón de herramientas para la consulta, un arsenal de técnicas para atender a todos esas dimensiones: Nutrigenómica y Terapias Miofasciales (para el plano físico), Biodescodificación (para el plano emocional), talleres grupales e individuales de “Reprogramación de la mente” (para el plano mental) y Par Biomagnético, kinesiología y acupuntura (para el plano energético y transgeneracional).
No dudes en preguntar por tu caso concreto. Estará en mi misión poder ayudarte.
Una vez, un hombre que vino a la consulta, me contó que tenía el don de leer las manos y, tras la lectura de las mías, me dijo que yo venía a este mundo, a traer paz a mucha gente…
No me dejó indiferente ese día…
Y me gusta esa posible misión encomendada…
Ahora entiendo que lo que hacía antes y lo que hago después de ese día, es eso… a través de propiciar más salud, me dedico a dar paz a mucha gente…
La fascia es una envoltura que nos cubre de forma tridimensional y con continuidad, todo el cuerpo.
Tenemos una fascia superficial, y una fascia profunda (donde nos encontramos miofascias, viscerofascias y meninges).
Todas ellas (que es una sola), están relacionadas entre sí, bajo una estructura de tensegridad. Cuando trabajamos sobre ellas (y a “su favor”), obtenemos un resultado de equilibrio integral, de estructura y función.
El Biomagnetismo médico es una técnica basada en teorías del Dr. Broeringmayer según los cuales, los campos magnéticos alteran el nivel de ph del cuerpo. A partir de dichas teorías, , el Dr. Isaac Goiz Durán (un investigador mexicano contemporáneo) creó un sistema dual (el par biomagnético) en base al cual, aplicando dos imanes de una potencia superior a 1000 gauss, se nivelan los niveles de acidez o alcalinidad del cuerpo.
En terrenos muy ácidos o muy alcalinos, es muy probable que se instalen patógenos. Desde la teoría del par biomagnético entendemos que, muchas de las alteraciones del organismo (orgánicas, disfuncionales, hormonales, enzimáticas, neurológicas, inmunológicas, neuroquímicas…), están provocadas por la existencia de estos microorganismos, fuera de su NEM (nivel energético normal).
Así, la enfermedad en un órgano o en el tejido, se debe a un desequilibrio entre cargas positivas y negativas. Si se corrige esa alteración iónica, desaparece la causa del problema, dándole al organismo una oportunidad para el reequilibrio.
Es bien sabido que los organismos superiores pueden ser portadores asintomáticos de microorganismos patógenos en las mucosas de los sistemas respiratorio y digestivo, por ello, el biomagnetismo médico es también un procedimiento muy preventivo, al detectar oportunamente la alteración, aún antes de su manifestación clínica. Todos los fenómenos patógenos están soportados por distorsiones del ph. Así su restauración, conlleva a la salud.
La Nutrigenómica, es la ciencia que relaciona el contenido del ADN humano, con sus características metabólicas. Desde esta visión, se ha clasificado al humano en 6 Genotipos. Los criterios para la clasificación, son unas mediciones antropométricas, unas proporciones corporales, el grupo sanguíneo y el Rh y, matizados por del estudio de las huellas dactilares, la observación de la lengua, nuestra experiencia prenatal y otros datos.
La Nutrigenómica, es la ciencia que relaciona el contenido del ADN humano, con sus características metabólicas. Desde esta visión, se ha clasificado al humano en 6 Genotipos. Los criterios para la clasificación, son unas mediciones antropométricas, unas proporciones corporales, el grupo sanguíneo y el Rh y, matizados por del estudio de las huellas dactilares, la observación de la lengua, nuestra experiencia prenatal y otros datos.
Así, según nuestro ADN (lo que somos desde hace 100.000 años en la Tierra hasta hoy), contiene información metabólica específica, y nos enmarca en un Genotipo concreto. Cada genotipo, ofrece unas características típicas de comportamiento y necesidades, y tiene una tendencia a sufrir un tipo concreto de enfermedades (y no otras). De esta manera, estamos (genotípicamente), orientados a tener unas habilidades, un metabolismo y, a enfermar de una manera.
La Nutrigenómica propone, para cada genotipo, una lista de «superalimentos» (que para ese genotipo son como medicina, o como su «gasolina» idónea), y otra lista, de «alimentos a evitar», porque los recibe como tóxicos. Así, ingerir «superalimentos», ayuda a sortear la tendencia a enfermar según genotipo. Es decir, que aunque estemos “predestinados” en temas de salud, podemos modificar, (haciendo una metilación) nuestros genes, con nuestros hábitos alimenticios.
Si quieres saber tu Genotipo, quizás te sorprendan muchas cosas… Es una herramienta fantástica de soberanía en salud.
Estoy muy sensibilizada con los niños. Y más, desde que soy madre. Me duele profundamente el maltrato hacia ellos, la manipulación, y el padecimiento de
Así estuvimos de bien… Así salí del silencio de la consulta individual, a la exposición de lo que para mí, se acerca a la verdad.
La semana pasada me invitaron, en una de estas cadenas de dentistas a una limpieza de dientes gratuita. Nunca voy a este tipo de invitaciones