Susana Delgado

Osteoporosis, biomagnetismo, alimentación y ejercicio.

Causas de osteoporosis hay varias y, generalmente, la suma de algunas de ellas es la que nos da sintomatología. Las enumero aquí:

  • La alteración de ciertas hormonas.
  • Alta ingesta de azúcar y lácteos, y falta de minerales.
  • Disminución del movimiento.
  • Fármacos como corticosteroides y anticonvulsivos.

osteoporosis Hemos comparado, después de pocos meses, tras equilibrar con biomagnetismo tanto  disminución de estrógenos (frecuente tras la menopausia) como un exceso de hormonas tiroideas,  densitometrías de pacientes que pasan de osteoporosis severa, a osteopenia.

Sabemos también que una dieta rica en azúcares, predispone a desmineralización ósea (no falla, pregúntale a cualquier abuelo o abuela con osteoporosis, si le gustan los dulces, ¡a ver qué te responde!). En cuanto a los lácteos, en contra de lo que nos han contado, estudios demuestran que, en los países que no consumen estos productos, ¡apenas existe osteoporosis!. Comparto aquí, un artículo que escribí exclusivo en este tema: https://susanadelgadofisio.wordpress.com/2014/09/14/la-leche-razones-para-evitar-el-consumo-de-lacteos/

Por otra parte, el agua de mar, es un buen reconstituyente mineral para nuestros huesos. (Ver https://susanadelgadofisio.wordpress.com/2019/02/05/sintomas-de-desmineralizacion-en-el-cuerpo-humano/)

También sabemos l@s fisios que, sobre todo, los huesos y articulaciones de carga, están hechas para eso, para cargar. Una rodilla o una cadera, que no tiene el estímulo del apoyo (que le produce la marcha, por ejemplo), tiende a perder minerales. La carga en el hueso, estimula los osteoblastos, formadores de hueso. La descarga, los osteoclastos, los destructores de ese tejido. Así, el reposo en estos casos (salvo en la etapa de consolidación de una fractura), no es recomendable.

Y bueno, qué vamos a decir de los efectos colaterales de algunos fármacos… No dejan de ser un cocktail químico que se pone a jugar con nuestra biología…

Este mes, quiero dedicárselo a este conflicto corporal, tan frecuente, que tantas fracturas provoca, y que podríamos evitar…

 

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Buscar